miércoles, 16 de enero de 2013

EL CONSUMO RESPONSABLE


¿Qué es el consumo responsable

El Consumo Responsable es un concepto defendido por organizaciones ecológicas, sociales y políticas que consideran que los seres humanos harían bien en cambiar sus hábitos de consumo ajustándolos a sus necesidades reales y optando en el mercado por opciones que favorezcan la conservación del medio ambiente y la igualdad social.
Se esgrime que el acto de consumir no solamente es la satisfacción de una necesidad, sino que implica colaborar en los procesos económicos, medioambientales y sociales que posibilitan el bien o producto consumido. Por ello se postula que deberían tenerse en cuenta en el momento de elegir entre las opciones disponibles en el mercado las que menos repercusiones negativas tengan.



Algunos de los puntos a tener en cuenta en el consumo responsable recomendados por Ecologistas en Acción son:
1. Considerar el impacto ambiental desde el punto de vista del ciclo de vida del producto a comprar, valorando los procesos de producción, transporte, distribución, consumo y residuos que deja el producto.
2. Determinar la huella ecológica que determinado estilo de vida y consumismo producen.
3. Determinar qué empresas, productos y servicios, respetan el medio ambiente y los derechos humanos  para preferirlos frente a otros que no cumplan con los citados requisitos.
4.  Plantear el tipo de comercio que se desea favorecer.
5.  Asegurar la calidad de lo comprado.
6. Ser ecologista y evitar la contaminación.
7.   Antes de comprar algo, reflexiona detenidamente si realmente se necesita comprarlo o si solo te estás guiando por la publicidad.

8. Si te decides a comprar algo, averigua muy bien de qué materia prima se fabrica, de qué manera su proceso de manufacturación impacta al medio ambiente y si genera algún daño o injusticia social.
9.  También considera qué impacto al medio ambiente y al entorno social (especialmente el cercano a ti) tiene el uso de lo que piensas comprar. 
10. Cada vez que compres algo, debes considerar también el impacto causado por los residuos y la basura que genera.
11.  Evita los productos de "usar y tirar", si no son estrictamente necesarios.
12.  Rechaza las bolsas de plástico que dan en supermercados y comercios. Si puedes, al hacer la compra, lleva tus propias bolsas de tela, de papel, de cartón o, incluso, las de plástico usadas anteriormente hasta que sean inservibles.
13.  Compra el contenido y no el envase. Muchas veces se paga más por todo lo que implica la fabricación y la eliminación de los envoltorios, que se tiran directamente a la basura, que por el contenido.
14.  Recicla antes que comprar, muchas de las cosas que están para tirar pueden volver a utilizarse de otras maneras y formas; usa tu imaginación.
15.  Evita las latas y los productos muy envasados. Las fiambreras y los tarros de cristal son una forma más ecológica que guardar los alimentos en plástico y aluminio.
16.  Dar prioridad a productos con envases retornables o reutilizables.
17. Si utilizas artículos desechables, que sean de materiales compostables, biodegradables  o, en todo caso, reciclables. Por ejemplo platos, vasos, cubiertos, bolsas, bolígrafos desechables de materiales compostables, como bioplásticos, en lugar de plásticos.




A continuación, en este vídeo se diferencia entre un consumidor irresponsable y un consumidor responsable.



El consumidor excesivo se caracteriza por los siguientes aspectos:
-          Desperdicio de agua
-          Derroche de energía eléctrica
-          Despilfarro de combustible, humo y ruido al desplazarse, lo que multiplica la contaminación.
-          Uso de papel nuevo, lo que implica talar un mayor número de árboles innecesariamente.
-          Inexistencia del reciclaje.
-          Derroche de residuos plásticos.
-          Compra de productos realizados por niños explotados.
-          Consumo de alimentos envasados que generan mucha basura.
-          Desperdicio de residuos que no se separan.
Es decir, busca siempre su satisfacción personal, su mayor comodidad ignorando el desgaste que esto supone para el ecosistema y llegando incluso a poner en peligro su propia supervivencia.
Mientras que el consumidor responsable se caracteriza por estos aspectos:
- Ahorro de agua
- Ahorro eléctrico
- Ahorro combustible
- Uso de papel reciclado
- Reciclaje de papel
- Ahorro de residuos plásticos
- Colaboración con causas solidarias
- Consumo en comercio justo y ecológico
- Alimentación sana
- Separación de basuras
Es decir, es respetuoso con los recursos y con sus congéneres, y si se generaliza todos podríamos disfrutar del nivel de vida de manera equitativa.


Por estos motivos, se pueden realizar en el aula talleres de consumo responsable para concienciarles a los niños sobre este tema en una situación real.

Enlazamos este tema con otros blogs:





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