¿Qué es el consumo responsable?
El
Consumo Responsable es un concepto defendido por organizaciones ecológicas,
sociales y políticas que consideran que los seres humanos harían bien en
cambiar sus hábitos de consumo ajustándolos a sus necesidades
reales y optando en el mercado por opciones que favorezcan la conservación del
medio ambiente y la igualdad social.
Se
esgrime que el acto de consumir no solamente es la satisfacción de una
necesidad, sino que implica colaborar en los procesos económicos,
medioambientales y sociales que posibilitan el bien o producto consumido. Por
ello se postula que deberían tenerse en cuenta en el momento de elegir entre
las opciones disponibles en el mercado las que menos repercusiones negativas
tengan.
Algunos
de los puntos a tener en cuenta en el consumo responsable recomendados por Ecologistas en Acción son:
1. Considerar
el impacto ambiental desde el punto de vista del ciclo de vida del producto a
comprar, valorando los procesos de producción, transporte, distribución,
consumo y residuos que deja el producto.
2. Determinar
la huella ecológica que determinado estilo de vida y consumismo producen.
3. Determinar
qué empresas, productos y servicios, respetan el medio ambiente y los derechos humanos para preferirlos frente a otros que no cumplan con los citados requisitos.
4. Plantear
el tipo de comercio que se desea favorecer.
5. Asegurar
la calidad de lo comprado.
6. Ser
ecologista y evitar la contaminación.
7. Antes
de comprar algo, reflexiona detenidamente si realmente se necesita comprarlo o
si solo te estás guiando por la publicidad.
8. Si
te decides a comprar algo, averigua muy bien de qué materia prima se fabrica,
de qué manera su proceso de manufacturación impacta al medio ambiente y si
genera algún daño o injusticia social.
9. También
considera qué impacto al medio ambiente y al entorno social (especialmente el
cercano a ti) tiene el uso de lo que piensas comprar.
10. Cada
vez que compres algo, debes considerar también el impacto causado por los
residuos y la basura que genera.
11. Evita
los productos de "usar y tirar", si no son estrictamente necesarios.
12. Rechaza
las bolsas de plástico que dan en supermercados y comercios. Si puedes, al
hacer la compra, lleva tus propias bolsas de tela, de papel, de cartón o,
incluso, las de plástico usadas anteriormente hasta que sean inservibles.
13. Compra
el contenido y no el envase. Muchas veces se paga más por todo lo que implica
la fabricación y la eliminación de los envoltorios, que se tiran directamente a
la basura, que por el contenido.
14. Recicla
antes que comprar, muchas de las cosas que están para tirar pueden volver a
utilizarse de otras maneras y formas; usa tu imaginación.
15. Evita
las latas y los productos muy envasados. Las fiambreras y los tarros de cristal
son una forma más ecológica que guardar los alimentos en plástico y aluminio.
16. Dar
prioridad a productos con envases retornables o reutilizables.
17. Si
utilizas artículos desechables, que sean de materiales compostables, biodegradables o, en todo caso, reciclables. Por ejemplo platos, vasos, cubiertos, bolsas,
bolígrafos desechables de materiales compostables, como bioplásticos, en lugar
de plásticos.
A continuación, en este vídeo se diferencia entre un consumidor irresponsable y un consumidor responsable.
El consumidor excesivo se caracteriza por los siguientes
aspectos:
-
Desperdicio de agua
-
Derroche de energía eléctrica
-
Despilfarro de combustible, humo y ruido al
desplazarse, lo que multiplica la contaminación.
-
Uso de papel nuevo, lo que implica talar un mayor
número de árboles innecesariamente.
-
Inexistencia del reciclaje.
-
Derroche de residuos plásticos.
-
Compra de productos realizados por niños explotados.
-
Consumo de alimentos envasados que generan mucha
basura.
-
Desperdicio de residuos que no se separan.
Es decir, busca siempre su satisfacción
personal, su mayor comodidad ignorando el desgaste que esto supone para el
ecosistema y llegando incluso a poner en peligro su propia supervivencia.
Mientras que el consumidor responsable se caracteriza por
estos aspectos:
- Ahorro de agua
- Ahorro eléctrico
- Ahorro combustible
- Uso de papel reciclado
- Reciclaje de papel
- Ahorro de residuos plásticos
- Colaboración con causas solidarias
- Consumo en comercio justo y ecológico
- Alimentación sana
- Separación de basuras
Es decir, es respetuoso con los recursos y con sus congéneres, y si se
generaliza todos podríamos disfrutar del nivel de vida de manera equitativa.
Por estos motivos, se pueden realizar en el aula talleres de consumo
responsable para concienciarles a los niños sobre este tema en una situación
real.
Enlazamos este tema con otros blogs:
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